Las personas que consumen mayores cantidades de alimentos ultraprocesados, como refrescos, patatas fritas y galletas, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar demencia que las que consumen menos, según un nuevo estudio publicado en la edición online de ‘Neurology’, la revista médica de la Academia Americana de Neurología. Los investigadores también descubrieron que la sustitución de los alimentos ultraprocesados en la dieta de una persona por alimentos no procesados o mínimamente procesados se asociaba a un menor riesgo si bien advierten de que el estudio no demuestra que los alimentos ultraprocesados causen demencia sino que muestra una asociación.
Psicología de la vida cotidiana: la oratoria y sus inhibiciones
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