Los inhibidores del transporte sódico de glucosa-2 (SGLT-2), que reducen la reabsorción de glucosa por los riñones, pueden ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre y a proteger la salud de los riñones de los pacientes con enfermedad renal diabética, pero algunos ensayos clínicos de gran envergadura los han relacionado con un mayor riesgo de fracturas óseas. Ahora, en un nuevo estudio, publicado en ‘CJASN’, no se asociaron a un mayor riesgo de fracturas en comparación con otra medicación para la diabetes, independientemente de la función renal de los pacientes.
Debaten sobre los efectos secundarios de una inmunización
En medio de un juicio por indemnizaciones que se lleva a cabo en tribunales británicos, un escrito presentado por la defensa del laboratorio AstraZeneca tomó