En 2018 murieron en Argentina 339.057 personas, 3.405 más que el año anterior. Por lo tanto, cada día, pierden la vida en Argentina 929 personas. La tasa de mortalidad en 2018 en Argentina ha caído respecto a 2017, hasta situarse en el 7,61%, es decir, 7,61 muertes por cada mil habitantes.
Casi 32 mil personas murieron en 2018 por neumonía e influenza (virus de la gripe cuyas medidas de prevención son las mismas que para el COVID-19), según el último Informe de Estadísticas Vitales publicado por el Ministerio de Salud, donde se destaca que las personas mayores y quienes tienen enfermedades previas son las más afectadas.
Mientras que hasta este 20 de noviembre de 2020 los muertos por coronavirus llegan a 36.790. Las medidas del Gobierno han facilitado que el sistema de salud no colapse, ya que debido al aislamiento dejaron de circular otros virus y se controló la curva de contagios. Pero también hay que decir que el Sars ya se conocía con anterioridad, y solo en este año debido a la pandemia se comenzó a realizar este test a cada persona que presente alguno de los síntomas.
En Argentina y en el mundo, la principal causa de muerte es la de origen cardiovascular. Entre 2000 y 2010 , se redujo la mortalidad cardiovascular en Argentina un 22% (de 271.4 a 211.6 por cada 100.000 habitantes)², gracias a la implementación de programas de prevención, diagnóstico con avanzada técnicas de imagen cardíaca y un óptimo y renovado intervencionismo cardiovascular.
Además, Argentina ha empeorado su situación en el ranking de tasa de mortalidad. Se ha movido del puesto 110 que ocupaba en 2017, hasta situarse en la posición 112 de dicho ranking, así pues tiene una alta tasa de mortalidad si la comparamos con la del resto de los países del ranking. En este punto es muy interesante comparar la pirámide de población de Argentina con la pirámide de población del resto de los países para entender las diferentes tasas de mortalidad de cada región.
Si miramos la evolución de la tasa de mortalidad en Argentina en los últimos años, vemos que ha caído respecto a 2017 en el que fue del 7,62‰, al igual que ocurre con respecto a 2008, cuando estaba en el 7,74%.
La cuarentena, el aislamiento estricto de personas mayores, uso universal de máscaras, distancia óptima y el cuidado de pacientes con EPOC en sus domicilios, trajo como consecuencia que este grupo de pacientes tenga menos visibilidad, y se vean en los centros de salud menos reagudizaciones por virus/bacterias estacionales.
Según datos de la OMS fallecen en el mundo y entre 290.000 y 650.000 por gripe estacional (Virus Influenza). La media anual estimada de muerte respiratoria asociada a la influenza varió de 0,1 a 6,4 por 100.000 individuos para personas menores de 65 años, 2,9 a 44 por 100.000 individuos para personas entre 65 y 74 años, y 17,9 a 223,5 por 100.000 para personas mayores de 75 años. Estimaron entonces que por virus influenza fallecieron de 4 a 8.88 por 100.000 individuos, es decir: 0.04 a 0.08 cada 1000 individuos.
FUENTES: conclusion.com.ar – Ministerio de Salud de la Nación
